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Luis Portales Derbez

Si soy una empresa, ¿en qué debo centrarme durante la contingencia?

Actualizado: 20 sept 2020



El #COVID19 o #coronavirus nos ha impactado a todos de diferentes formas. Desde el estrés que nos genera el hecho de que cada vez que salimos a la calle tengamos miedo de quedar contagiados; pasando por el estar recluidos en nuestras casas el mayor tiempo posible, retando nuestra necesidad de socialización y nuestra capacidad de estar mucho tiempo con las mismas personas; hasta cuestionarnos sobre el futuro de nuestra economía y el de nuestras empresas.


En esta ocasión hablaremos sobre las cosas que podemos hacer como empresas para sobrepasar esta situación llena de incertidumbre en que nos encontramos.


Lo primero que tenemos que entender es que es una crisis que pasará y dejará estragos, los cuales pueden llevarnos al cierre de nuestra operación sino estamos preparados. Por eso es importante entender que la situación que vivimos es parte de un proceso que, como tal, tiene etapas que tendremos que afrontar para salir adelante.

En este caso, los expertos han identificado tres etapas: 1) gestión de riesgos y sobrevivencia, 2) recuperación y resurgimiento, y 3) crecer en una nueva normalidad.

Actualmente nos encontramos en la primera etapa, por lo que debemos de entenderla y actuar en consecuencia. Esta primera etapa tiene como objetivo el mantener la continuidad del negocio, es decir, garantizar que no importa que pase sigas operando. Si dejamos de operar entonces empezaremos a morir y no podremos llegar a la segunda y tercera etapa. Esta etapa tiene tres elementos centrales.


El primero es la gestión económica. Tenemos que hacer un plan de continuidad financiera que identifique cuáles son los gastos necesario para sobrevivir, y de cuáles podremos prescindir durante esta etapa, no porque no sean necesarios, sino porque no se centran en la sobrevivencia operativa. En este punto se tiene que evaluar el modelo de negocio, es decir, de qué forma generamos ingresos y, más importante, de qué otras formas podemos seguir manteniendolos aunque sea de una forma mínima. Esta reflexión no llevará a evaluar o considerar nuevos canales ante la nueva realidad a la que nos enfrentamos.

Pensemos en los y las nutriólogas que ante la pandemia y el confinamiento han comenzado a dar sus consultas vía hangout o zoom. Ellos han adoptado una estrategia de sobrevivencia por medio la diversificación de su canal y han logrado mantener un ingreso, quizá no de la misma forma que antes de la contingencia, pero siguen operando, y eso es lo importante en esta etapa.


El segundo elemento tiene que ver con nuestros clientes y proveedores. Hay que reconocer quiénes son nuestros proveedores clave y fortalecer nuestras relaciones con ellos, de tal forma que podamos establecer un plan operativo que les permita seguir su operación sin comprometer la nuestra, y viceversa. Recuerda que si ellos dejan de operar, también nosotros, por lo que hay que buscar la forma de apoyarnos. Esta misma idea la tenemos que llevar a nuestros clientes, pues podemos hacer acuerdos con ellos para que nos paguen una parte de nuestros servicios o productos, y el resto se queda a futuro cuando la economía se empiece a recuperar. Recuerda, lo más importante es mantener la operación, garantizar nuestra continuidad.


El tercer y último elemento son los colaboradores. Ellos son la parte central de cualquier empresa y su bienestar está directamente relacionado con la operación, productividad y cumplimiento de nuestros objetivos. Por eso, debemos de centrarnos en tres cosas.


  1. Procurar su bienestar y reducir la incertidumbre a la que se encuentran expuestos, ya sea con esquemas laborales flexibles o bien ofreciendo cierta certeza salarial.

  2. Incrementar el engagement o compromiso hacia su labor. El hacerlos conscientes de la situación por la que estamos pasando y cómo gracias a ellos saldremos adelante, les dará un propósito y garantizará que hagan su labor de la mejor forma posible.

  3. Establecer lineamientos claros en la comunicación y la operación, de tal modo que podamos tener la certeza de que está haciendo lo que le pedimos. Es importante apoyarnos en plataformas específicas que garanticen la comunicación y coordinación con ellos. La clave aquí es gestionar el equipo de trabajo para alcanzar las metas establecidas.


Estos elementos se complementan con nuestra capacidad de adaptarnos al cambio y de implementar acciones que respondan a la situación que estamos pasando. No hay que tener miedo a la incertidumbre y sobre todo no debe de paralizarnos, esta crisis nos presenta la oportunidad de movernos y de hacer cosas que en algún momento consideramos, pero que por miedo no las llevamos a cabo.


Haz lo necesario para seguir operando, mantén la continuidad de tu negocio, porque necesitamos que todas las empresas lleguen a la etapa de recuperación y resurgimiento, para que, posteriormente no encontremos en la etapa de crecimiento y consolidación ante la nueva normalidad que nos dejará el coronavirus.



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